martes, 4 de agosto de 2009

ADMINISTRE MEJOR SU TIEMPO

ADMINISTRE MEJOR SU TIEMPO

La administración del tiempo “es el arte de hacer que el tiempo sirva para el beneficio de las personas y de las sociedades”. Administrar el tiempo realmente significa administrarnos nosotros mismos, de tal manera que podamos optimizar el que tenemos.

Significa conducir nuestros asuntos dentro del tiempo disponible para que podamos lograr resultados más eficaces.

Debe tenerse en cuenta que la eficacia es más importante que la eficiencia. La meta debe ser el logro de objetivos, no simplemente estar ocupado.

En vista de que no podemos incrementar la cantidad de tiempo que recibimos, la calidad del tiempo se convierte en la única variable. Su tiempo es suyo y no le pertenece a nadie más. Solo usted puede mejorar la calidad de su tiempo. En última instancia, use su tiempo como lo desea.

Pautas

Para poder administrar el tiempo hay que evitar los ladrones de tiempo:

A) Las excusas. Todos tenemos cierta satisfacción cuando damos a nosotros o a alguien que nos escuche explicaciones lógicas que justifiquen posponer aquello que planeamos.

B) Las lamentaciones. Nada nos hace desperdiciar más tiempo que las horas dedicadas a lamentaciones inútiles.

Objetivos

El éxito llega cuando se hacen en el momento preciso las cosas realmente importantes que conducen a los resultados deseados. Sin embargo, son esas cosas importantes las que usualmente dejamos para después.

Una de las razones que nos inducen a posponer las cosas importantes es porque tendemos a confundir lo importante con lo urgente, y nuestros días se ven copados de demandas y presiones.

Las cosas importantes raramente ejercen esta clase de presión hasta que alcanzan el estado de crisis. Responder a lo urgente y posponer lo importante nos garantiza un continuo número de crisis en nuestros trabajos y en nuestras vidas.

Para vencer a la morosidad necesitamos superar nuestra inercia, nuestra tendencia a resistir el comienzo de acciones. Una vez que la acción ha comenzado será más fácil continuarla. Lo difícil es comenzar. La morosidad conduce en la mayoría de los casos a carreras de último minuto, resultados por debajo de la calidad esperada, fechas tope no cumplidas, ventas perdidas, clientes insatisfechos, embotellamiento mental y estrés, lo cual se traduce en más tiempo improductivo. Esto disminuye nuestra efectividad.

Para convertirnos en personas efectivas debemos usar una agenda y dar prioridad a las actividades que generan el 80 por ciento de nuestros resultados. También planifique las conversaciones telefónicas de forma que duren el menor tiempo posible y de preferencia agrupando las llamadas en un solo tiempo, además de ir directamente al grano.

Escriba menos cartas y use más el teléfono para responder cartas, cuando tenga que escribir responda en el reveso de la misma carta.

Cuando tenga que asistir a reuniones, fíjese un límite de tiempo y ajústese a él.