Para ligar a la familia de Baptistina a la escena del crimen, el grupo también miraba los espectros de dos fragmentos actuales, para determinar su composición química. Esto demostró que contiene principalmente crondita carbonosa, un material de silicato primordial en el Sistema Solar. Los geólogos también han encontrado la crondrita carbonosa en el sedimento terrestre y en un meteorito recuperado del Océano Pacífico, ambos fechados en el impacto gigante de Chicxulub, cerca de la península del Yucatán en México, hace 65 millones de años. Bottke dice estar un 90% convencido que este antiguo impacto fue causado por un fragmento del asteroide expulsado en la colisión masiva de su modelo, la misma colisión que creó a la actual familia de asteroides Baptistina. Las conclusiones van encaminadas a resolver la duda de si un asteroide o un cometa eran los culpables de la extinción de los dinosaurios, según dice Philippe Claeys, geólogo de la Universidad Vrije en Bruselas; “Antes se pensaba que la presencia de crondita carbonosa en los registros geológicos de ese tiempo sugerían un cometa, porque este mineral se encuentra sólo en los cuerpos más viejos del Sistema Solar”.
Pero el vínculo químico a la familia Baptistina es ahora lo bastante fuerte para sugerir que alguna parte de ellos fuera el asesino. "Las pruebas apuntan hacia el asteroide", dice Claeys. Los autores del artículo sugieren que la colisión, que provocó un cráter de casi 200 kilómetros de diámetro, llamado Chicxulub, y una catástrofe ambiental en todo el mundo, formó parte de un proceso mucho más extenso, que afectó a todo el Sistema Solar. Por ejemplo, plantean que esos impactos pudieron haber creado también el cráter Tycho en la Luna y otros cráteres gigantes en Venus y Marte. Asimismo, la investigación indica que la lluvia creada por el Baptistina podría ser la fuente de aproximadamente un tercio de los objetos que rodean actualmente a la Tierra. Ésta no es la primera vez que Bottke y sus colegas han ligado un acontecimiento geológico en la Tierra al cinturón de asteroides. En enero del pasado año, el equipo ligó una lluvia de polvo y los meteoritos que cayeron hace alrededor de 8 millones de años a la irrupción de un asteroide. “Este tipo de trabajo sirve como recordatorio importante a los seres humanos que es necesario estar atentos a los alrededores de la Tierra”, dice Claeys, “hemos de estar enterados de las cosas que suceden en el Sistema Solar”. Prosigue: “Especialmente en el cinturón de asteroides”. En resumen, una serie de colosales carambolas en el Sistema Solar, convertido en un enorme billar, lanzaron al asteroide hacia nuestro planeta. Crédito de las imágenes: Nature. Sirrah